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Qué prevé la Convención- “Cada Estado Parte tiene derecho a solicitar y recibir asistencia de otros Estados Parte, cuando sea factible y en la medida de lo posible.”
- “Cada Estado Parte que esté en condiciones de hacerlo, proporcionará asistencia (…)”
- a las víctimas de minas
- para los programas de sensibilización sobre las minas (es decir, educación sobre el riesgo de las minas)
- para las labores de limpieza de minas y actividades relacionadas con ella
- para la destrucción de las existencias de minas antipersonal
- “Cada Estado Parte que proporcione o reciba asistencia de conformidad con las disposiciones de este artículo, deberá cooperar con objeto de asegurar la completa y rápida puesta en práctica de los programas de asistencia acordados.”
Progresos realizados- 25 Estados Partes afectados por las minas generaron casi 300 millones de dólares de EE.UU. procedentes de fuentes nacionales para afrontar sus propios problemas relacionados con las minas.
- Desde 1997, se han generado más de 2.700 millones de dólares de EE.UU. procedentes de todas las fuentes importantes, que se han destinado a la realización de actividades con arreglo a los objetivos de la Convención.
- Los niveles mundiales de financiación se han mantenido relativamente constantes –lo que es sorprendente, habida cuenta de que la sensibilización pública sobre el problema de las minas terrestres alcanzó su punto álgido en 1997.
Desafíos pendientes- Es igualmente importante que los Estados Partes afectados por las minas asuman responsabilidades en lo que respecta a la aplicación de la Convención, y se comprometan a asignar recursos nacionales a tal efecto.
- Algunos Estados Partes afectados por las minas han recibido préstamos del Banco Mundial y subvenciones con posterioridad a los conflictos. Sin embargo, es preciso que otros países tomen conciencia de la existencia de estos recursos para la acción contra las minas.
- La asistencia y la cooperación no es simplemente una cuestión de fondos; también se trata de saber emplear eficiente y efectivamente los escasos recursos disponibles.
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El 20 de septiembre de 2004, el Dr. Surakiart Sathirathai, Ministro de Asuntos Exteriores de Tailandia y Presidente de la Quinta Reunión de los Estados Partes en la Convención de Ottawa, se reunió con el Sr. James Wolfensohn, Presidente del Banco Mundial, para examinar la cooperación entre el Banco Mundial y los agentes de la acción contra las minas
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