Ginebra, Bruselas - Su Alteza Real la Princesa Astrid de Bélgica, defensora de larga data de los derechos de los sobrevivientes de explosiones de minas antipersonal, es la Enviada Especial de la Convención Sobre la Prohibición de Minas Antipersonal, o Convención de Ottawa, en los esfuerzos mundiales para promover este importante tratado.
La Princesa Astrid quien forma parte del movimiento antiminas desde hace más de una década, promoverá la Convención a nivel diplomático en aquellos Estados que aún no se han adherido al tratado. “Me siento honrada de haber sido invitada a promover la adopción universal de la Convención”, dijo la Princesa Astrid.
“Si bien las víctimas de minas disminuyeron debido en gran parte a la Convención, las minas antipersonal siguen causando enormes daños y sufrimientos. Sólo en 2011, se registraron 4.286 nuevas víctimas - o 12 personas cada día – la mayoría de ellas civiles. Es claro que los esfuerzos deben continuar para terminar con el empleo, el almacenamiento, la producción y la transferencia de minas antipersonal”.
Desde el 2000, la Princesa Astrid ha representado a Bélgica en varias de las Reuniones de los Estados Parte de la Convención, incluyendo en Ginebra, Tailandia, Jordania y, más recientemente, en la Cumbre de Cartagena por un Mundo Libre de Minas.
Fue en la Cumbre de Cartagena que los Estados y las organizaciones internacionales y no gubernamentales hicieron hincapié sobre la “gran necesidad” de promover el tratado en aquellos estados que no hacen parte de la Convención para garantizar su aceptación universal.
Desde entonces, la Unión Europea ha proveído fondos para este propósito a través de una Decisión del Consejo facilitando así la promoción de la Convención por la Princesa Astrid y por otros Enviados Especiales del Tratado.
Además de la princesa Astrid de Bélgica, Su Alteza Real el Príncipe Mired Raad Al Hussein de Jordania y el activista y cantautor ganador de varios premios Grammy - Juanes, se han unido a los esfuerzos para promover el tratado que prohíbe el uso, el almacenamiento, la producción y la transferencia de minas antipersonal en todo el mundo.
La Convención fue adoptada en Oslo en 1997, se abrió a la firma en Ottawa ese mismo año y entró en vigor el 1º de marzo de 1999. Entre las 161 Partes de la Convención, 155 ya no cuentan con arsenales de minas antipersonal; los Estados Parte han destruido más de 44,5 millones de minas.
Desde la entrada en vigor de la Convención, 25 de los 59 Estados Parte que han informado tener zonas minadas han cumplido con su obligación de desminado; gracias al desminado, millones de metros cuadrados de terreno que fuesen otrora considerados peligrosos, han sido liberados para su uso.
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